De entre todas las virtudes que pueden conducirnos al éxito, tener confianza en uno mismo puede que sea la más contagiosa. Para tener éxito al emprender el estado de ánimo es fundamental, pues es bien conocido en el mundo del deporte y en el ámbito empresarial que se consigue un rendimiento mucho mayor en un ambiente positivo y cohesionado, logrando sacar en beneficio del grupo lo mejor de cada persona. Como dijo Jorge Valdano, “un equipo es un estado de ánimo”.

A parte de saber cómo tenemos que hacer las cosas, a parte de adquirir los conocimientos necesarios, también tenemos que adquirir la confianza necesaria para llevar la teoría a la práctica. Hay muchas maneras de mejorar nuestra confianza, pero tal vez sea la más invisible la que se contagia a través de personas que han logrado los éxitos que perseguimos. Estar cerca de esta gente influye subconscientemente en nuestra capacidad para creer en nosotros mismos: “Si él lo ha conseguido y es de carne y hueso, si resulta que tiene días malos y buenos como a mí me pasa, ¿por qué no voy a poder yo?” Sin darnos cuenta mejoraremos en el ámbito que sea y seremos más ambiciosos a la hora de actuar. Si además tenemos la suerte de poder seguir los consejos y crecer de la mano de estas personas aceleraremos nuestro camino de aprendizaje.

“La confianza es contagiosa, al igual que la falta de ella.” Esta es una de las frases que han quedado para la posteridad del mítico entrenador de fútbol americano Vince Lombardi. Y es que hay que mirar mucho de quiénes nos rodeamos si queremos lograr éxitos en nuestra vida. Por eso en cualquier tipo de equipo o colectividad es tan importante el carácter de las personas que lo integran. Pues tanto nos potencia un buen ejemplo de éxito como nos lastra uno negativo de estancamiento y creencias limitantes.